“La formación política tiene un papel fundamental para luchar contra la instalación de un pensamiento único: junto a la militancia, sirven para comprender el mundo y tener los instrumentos necesarios para transformarlo”, expresó ayer el gobernador Axel Kicillof al encabezar el encuentro “Buenos Aires. La hora del protagonismo”, que dio cierre a un seminario organizado por el Instituto de Capacitación Política (ICP). Fue en el Salón de los Espejos de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).
En ese marco, Kicillof señaló que “desde algunos sectores buscan instalar como parte del sentido común que la Argentina lleva 70 años de fracasos y muchas décadas de estancamiento”. “Necesitamos contraponer con hechos concretos y datos a esas premisas falsas que son utilizadas para inmovilizar a la sociedad y llevar adelante determinadas políticas”, agregó.
El seminario “Argentina y la provincia de Buenos Aires frente a la pospandemia y la realidad política internacional” fue moderado por el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, y el sociólogo Luis Alberto Quevedo. Dirigido a estudiantes universitarios, jóvenes militantes y funcionarios, constó anteriormente de tres charlas con las exposiciones del ex vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera; el ministro de Defensa, Jorge Taiana; y el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich. Estos encuentros contaron con más de mil inscriptos que siguieron los encuentros de forma presencial y virtual, siendo el 80% de quienes lo hicieron por streaming habitantes de la provincia de Buenos Aires.
“En 2003 empezó un ciclo de 12 años que, tomando el conjunto, dieron cuenta de una tasa de crecimiento anual acumulativo de 4,4%, representando la etapa de mayor crecimiento desde 1910”, sostuvo el Gobernador y valoró: “Aumentaron la producción, el empleo formal privado, los salarios y la cantidad de empresas, en tanto que se redujeron la desigualdad, la pobreza y el desempleo, que llegó a su punto más bajo en 2015”.
Además, Kicillof subrayó que “en 2002, la deuda externa representaba el 95,3% del producto, en tanto que en 2015 se había reducido al 12%: habíamos abordado el principal problema que la Argentina tuvo a lo largo de su historia”. “Esto fue acompañado por un proceso de reindustrialización, conscientes de que un país con industria es un país donde hay mayor igualdad, empleo de calidad y generación de valor agregado”, remarcó.
 “Luego de los resultados, está el debate en torno a las causas: frente a las evidencias, intentaron decir que había sido un rebote o un viento de cola por los precios internacionales de las exportaciones argentinas”, sostuvo el mandatario bonaerense y explicó: “La verdadera causa fue que la política utilizó al Estado como un instrumento para transformar la estructura económica e impulsar un modelo de crecimiento sustentable, con medidas de ingresos en favor de los sectores populares”.