“Xi quiere mantener el status diplomático con Argentina que logró durante la administración de Alberto Fernández, y Milei necesita el swap para garantizar un volumen mínimo importaciones y tener una reserva de libre disponibilidad para pagar los vencimientos con el FMI”, señala la revista especializada en temas chinos, DangDai, citando a medios afines al flamante gobierno nacional.

Argentina había acordado con China, cuando Fernández era presidente, una ampliación de 5.000 millones de dólares en el swap que utiliza el Banco Central para garantizar el flujo de importaciones y el pago al FMI ante la ausencia de dólares en las reservas públicas.

Acompañado por la canciller Diana Mondino, el primer mandatario recibió en la Casa de Gobierno a una delegación del país asiático encabezada por Wu Weihua, vicepresidente del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de la República Popular China.

De acuerdo con dicho artículo, Milei se mostró dispuesto a sostener una llamada telefónica con el presidente chino, mientras la delegación extranjera lo invitó a visitar lo antes posible el gigante asiático.

Según el medio, “entre los reclamos que la delegación china trajo a Buenos Aires está la de reponer, o al menos anunciar, al sucesor de Sabino Vaca Narvaja al frente de la embajada, tomando en cuenta que otros destinos ya fueron anunciados o confirmados, como Estados Unidos (Gerardo Werthein), Brasil (continuará Daniel Scioli) e Israel (nombrarán al rabino y guía espiritual de Milei, Axel Wahnish).”

Luego de la renuncia de Vaca Narvaja, quedó a cargo de la embajada Marcela Barone, diplomática con rango de secretaria, en uno de sus primeros destinos diplomáticos.

Según asegura otro de los portales citados por DangDai, “causaron incomodidad los anuncios de Mondino de ‘transparentar’ los acuerdos con China, en referencia al swap de monedas y otros acuerdos económicos para obras públicas y privadas vigentes.” (InfoGEI)