Según las proyecciones oficiales, las facturas de estos servicios esenciales llegarán en septiembre con un aumento cercano al cuatro por ciento, similar al incremento registrado en agosto. Estos ajustes se aplicarán incluso para aquellos usuarios que hayan completado el formulario RASE para evitar la pérdida de subsidios.
Un informe reciente del Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política, perteneciente al CONICET y la UBA, reveló que los subsidios a los servicios públicos disminuyeron un 34 por ciento en los primeros cinco meses del año.
Los aumentos no se limitan a la luz y el gas: AySA también aplicará un incremento en las tarifas de agua y cloacas. Según lo publicado por la Secretaría de Obras Públicas, los nuevos ajustes comenzarán a regir desde septiembre, con un aumento aproximado del 4,48 por ciento.
Así, la factura promedio sin impuestos pasará de 18.799 pesos a 19.621. Sin embargo, con los impuestos, que no son menores al 21 por ciento, la boleta superará los 23.700 pesos. Después de la eliminación de subsidios en abril, que resultó en un aumento del 209 por ciento, el precio se actualiza utilizando una fórmula que contempla el Índice de Salarios, los precios internos al por mayor y la inflación. (InfoGEI)